lunes, 16 de febrero de 2009

Ahorro



Ahora que estamos en plena crisis, por si alguien no lo sabe, todo el mundo en todas partes está intentando ahorrar costes.

En unos sitios lo consiguen (o lo intentan) reduciendo plantillas, cortando el acceso desde móviles a números no corporativos, quitando en definitiva todo lo que no sea absolutamente imprescindible para el negocio.

Pero una cuestión que parecen no tener en cuenta las mentes pensantes, al menos en negocios tecnológicos que son los que más conozco, es el coste y la pérdida de rendimiento (dinero en definitiva) que conlleva la reasignación de personas de una tecnología a otra.

Por mi experiencia, una persona necesita aproximadamente un año trabajando en un entorno determinado y, a ser posible, dentro de un equipo que le ayude, para ser productivo en una tecnología. Parecería lógico que este proceso inevitable cuando una persona empieza su carrera laboral se realizara una sola vez e intentar acortarlo todo lo posible, de forma que esa persona fuera rentable para la empresa en el menor plazo posible.

Sin embargo, es frecuente que programadores de Java se reciclen en .Net y luego en PHP y luego en COBOL y así sucesivamente.

A lo mejor habría que ver el efecto psicológico de estas prácticas y su impacto económico, porque la curva de aprendizaje de cada tecnología es más larga que la anterior y el nivel de conocimiento alcanzado es cada vez menor. De todos los factores que intervienen en el desarrollo de software, los más importantes son las personas y su talento. No lo olvidemos.

A lo mejor habría que revisar (también) como se distribuyen los costes en los proyectos, teniendo en cuenta la pérdida de eficiencia derivada de las reasignaciones a sucesivas tecnologías de los integrantes de los equipos, porque puede que esta sea una forma de reducir costes y, además, de mejorar beneficios.

Para saber más wikilearning

2 comentarios:

AcP dijo...

Amén. Y si bien es un hecho que parece ser conocido por todos no se han desarrollado métricas específicas para ello (para el costo del cambio de personal en un proyecto, digo). Esto hace que sea difícil utilizar este argumento (¿difícil de medir = inválido?) a la hora de convencer a las organizaciones de que, por ejemplo, aún en tiempos difíciles los despidos y el recorte o congelamiento de salarios debería ser la -verdadera- ultima opción.

Teo Sánchez dijo...

Pues sí, ciertamente es difícil de medir, pero habría que intentarlo porque creo que merecería la pena evitar este despilfarro de ilusiones, de energía, etc. En última instancia todo esto se puede traducir en dinero y ¿para qué están las empresas?
Pues eso.